Una
respuesta del viejo a una pregunta de Sean Penn.
Nunca me he
sentido solo. He estado en una habitación, me he sentido suicidado, he estado
deprimido, me he sentido horrible más allá de lo imaginable, pero nunca he sentido
que otra persona pudiera entrar en esa habitación y curar lo que me afectaba, o
que lo pudieran hacer varias. En otras palabras: la soledad es algo que nunca
me ha molestado, porque siempre he tenido ese deseo terrible de soledad. Es
cuando estoy en una fiesta o en un estadio lleno de gente que vitorea algo, que
puedo sentirme solo.
Citaré a
Ibsen: los hombres más fuertes son los más solitarios.
Nunca he
pensado “Bueno, alguna rubia guapa va a venir y me va a coger, me va a
acariciar las pelotas y me sentiré bien”. No. Eso no ayudará. Mira cómo piensa
la gente común: “¡Ey! Es viernes por la noche, ¿qué vamos a hacer? ¿Quedarnos
aquí sentados?” Bueno, pues sí. Porque no hay nada allá afuera. Es estupidez.
Gente estúpida mezclándose con gente estúpida. ¡Que se estupidicen ellos! Nunca
sentí el ansia de lanzarme a la noche. Me escondía en los bares porque no me
podía esconder en las fábricas.
Eso es todo.
Pido perdón a todos esos millones, pero nunca me he sentido solo. Me gusto. Soy
la mejor forma de entretenimiento que tengo. Bebamos más vino.